SIERRA DE ESTRELLA
La montaña mágica
La sierra de Estrela es el punto culminante del territorio continental, con 1.993 metros de altitud. Los magníficos paisajes de este conjunto montañoso llevaron a que buena parte de la sierra y de su entorno fueran clasificados como Parque Natural. Con 101 mil hectáreas, este parque es la mayor zona protegida de Portugal. Es un importante punto de atracción turística por estar cubierto de nieve en los meses fríos y presentar paisajes majestuosos, decorados de verde, agua y vida durante el resto del año.
Explosión de naturaleza
El parque se extiende por altitudes elevadas, variando entre los 300 y los 1.993 metros (en la Torre, el punto más alto), y su corazón corresponde al macizo central de la sierra. Allí se sitúan la Torre, los Cántaros (enormes peñas situadas inmediatamente al norte) y Penhas da Saúde.
El valle glaciar del Zêzere, con su característico recorte en «U», une Penhas da Saúde y Manteigas. En la cima norte de la sierra se extiende la meseta de Videmonte, cavada por el lecho del Alto Mondego. En los valles al sudoeste se sitúan pueblos serranos como Loriga y Alvoco da Serra. La ladera noroeste se extiende desde Seia hasta el pueblo histórico de Linhares, con su castillo medieval. A medio camino entre Seia y la Torre se halla Sabugueiro, el pueblo habitado más alto de Portugal.
En lo que a flora se refiere, cabe destacar la retama, el brezo, el roble negro y la sabina. En cuanto a la fauna, la sierra sirve de refugio a las más variadas especies, desde el águila ratonera común hasta el zorro común, pasando por la codorniz, la liebre, el conejo, el desmán ibérico y la nutria. Los lobos parecen haber desaparecido, pero no los famosos perros de la sierra de Estrela que protegían a los rebaños de ovinos y caprinos.
La ruta de los castillos
Visitar la sierra de Estrela y la región circundante es bañarse en Historia y naturaleza, al ser este territorio tan acogedor y rico a nivel de tradiciones y patrimonio. El hecho de que aquí exista una larga línea fronteriza y de que las relaciones con los reinos de Castilla y León hayan sido, históricamente hablando, tan turbulentas como con los reinos moros, hizo que la raya se cubriera de castillos medievales para defender, tanto la región fronteriza como las posibles rutas de invasión: Castelo Rodrigo, Castelo Mendo, Sabugal, Sortelha, Trancoso, Linhares o Celorico son algunos ejemplos. Más tarde, con las Guerras de la Restauración, hubo la necesidad de enfrentar la amenaza de la artillería de cerco y surgieron plazas fuertes abaluartadas, cuyo mayor ejemplo es Almeida.
Delicias de la sierra
La artesanía, en la que la lana desempeña un papel central, es rica, y la gastronomía serrana atractiva, con sus carnes, embutidos, sopas, frutas y repostería de referencia: la tigelada, las papas de carolo, el requesón con mermelada de calabaza, el pastel de aceite, los biscoitos esquecidos... Algunos productos se han convertido en marcas distintivas que hay que conocer y, sobre todo, probar: el Queso de la Sierra DOP (Denominación de Origen Controlado), las truchas de Sabugal, el pan del Museo de Seia (de obligada visita) y las cerezas de Fundão, cuyos árboles anuncian la llegada de la primavera con su floración alba y delicada.